Hace dos años, una pandemia llegó a nuestras vidas para quedarse, removió nuestro día a día y causó cambios en casi todos los ámbitos de la sociedad.
Hemos sido conscientes del gran empeoramiento de la salud mental de las personas a nivel mundial.
El confinamiento, el estrés de no querer contagiarse y querer proteger a los tuyos, la propia enfermedad, el cambio de vida, la disminución de la libertad individual...
Estas han sido grandes causas de este empeoramiento.
El confinamiento fue un contratiempo que nunca pensamos que viviríamos, dijeron que 2 semanas y ya nos parecía mucho, como para imaginar lo que en realidad íbamos a estar...
Fueron unos meses difíciles para todos, alejados de la sociedad y encerrados entre 4 paredes.
Durante este tiempo hemos tenido que buscar nuevas formas de relacionarnos, para esto las redes sociales han sido muy efectivas. Ya eran muy utilizadas anteriormente, pero durante el confinamiento, al ser la única manera de socializar entre nosotros, se aumentó su uso.
La parte positiva de ello fue la facilidad que tuvimos para conectarnos con otras personas y no hundirnos ante la situación de estar tanto tiempo encerrados.
La parte negativa viene cuando las redes sociales causan daño. Todos sabemos que hay una parte muy oscura, como el uso de ellas para hacer bullying, el daño que hace a la autoestima ver tantas fotos de cuerpos y caras perfectas (aunque la mayoría estén editadas o no sean del todo real en persona), o la obsesión que causan en mucha gente los likes, visualizaciones...
Por ello hay que saber utilizar las redes, conocer cómo funcionan y ser conscientes de lo que debemos y no debemos hacer.
El estrés ha sido otra causa muy importante. Ha existido un miedo generalizado que nos ha proporcionado mucha ansiedad al pensar que puedes contagiarte y contagiar a tus seres queridos, ya que era una enfermedad mortal para muchas personas. Esto ha hecho que socialicemos menos todavía de lo poco que se nos permitía, lo que ha causado muchos problemas y muchos confinamientos voluntarios.
Por último, la disminución de la libertad. No teníamos suficiente con estar meses encerrados, que salimos y no podemos hacer las cosas que nos gustan, tenemos toque de queda, y es obligatorio ir con una mascarilla que te impide respirar bien. Excepto lo último, ya que la mascarilla la tenía que llevar todo el mundo, creo que esto nos ha afectado sobre todo a los jóvenes, ya que estamos en edad de salir para socializar y divertirnos, y no lo hemos podido hacer durante mucho tiempo.
El Covid nos ha hecho perdernos muchas experiencias, pero lo bueno que saco es el sentimiento de querer disfrutar todos los días como si fuese el último.
Hola Beatriz concuerdo contigo en que el Covid ha sido un antes y un después para todos nosotros, se ha resaltado lo bueno de la sociedad y la forma de comunicarnos ha sido precisa pero también hay una parte negativa que es como tú dices no poder hacer lo que nos gusta de verdad, no tener tanta libertad como antes...
ResponderEliminarEfectivamente, ha sido algo que nos ha dejado una gran huella tanto positiva como negativamente....
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